Las previsiones en el sector turístico catalan apuntan a que este año se podrían destruir entre 82.000 y 95.000 puestos de trabajo, una cuarta parte del empleo, según un estudio de la Universidad de Barcelona que analiza la proyección de un sector que aporta el 12% del PIB catalán.
La facturación puede tener también una caida muy importante en torno a los 15.000 millones de euros. La consellera d’empresa, Àngels Chacón, ha reclamado 7.500 millones de los fondos de reconstrucción europeos para ayudar al sector en Cataluña.
Si en la crisis de 2008, el sector turístico catalán, y de forma especial el de Barcelona, suavizó el impacto de la recesión económica, ahora parece que no será así.
El estudio es una proyección del sector turístico a corto plazo y medio plazo en 2020. Describe dos escenarios, uno con un impacto más negativo y otro, no tan pesimista, que se calcula con una recuperación más rápida del turismo internacional. La conclusión es que se podrían destruir uno de cada cuatro empleos.
Las pernoctaciones hoteleras caerán de media entre un 50% y un 60%, resumió el director general de Turismo, Octavi Bono.
El estudio fue presentado ayer en el Parlament por la consejera de Empresa, Àngels Chacón, que avanzó que para compensar la disminución de la facturación se necesitará la aportación de unos 7.500 millones procedentes de los fondos de recuperación europeos que le correspondan a España. Según las estimaciones de Chacón, Cataluña supone el 23% de la actividad turística de España por lo que esos fondos que reclama servirían “para evitar la destrucción de entre 82.000 y 95.000 puestos de trabajo”.
La preocupación del sector, especialmente del hotelero y la restauración, ante el fin de los ERTE, en principio acaban el 30 de junio, y la imposibilidad de asumir la reincorporación de los trabajadores si la actividad no se acelera y con ella las reservas hoteleras y el consumo en la restauración.