Desde el fin del estado de alarma, el 9 de mayo, hasta ayer solo han pasado 29 días. En este espacio de tiempo nueve mujeres han perdido la vida a manos de sus parejas o exparejas, la última este domingo. Estas cifras reflejan una frecuencia imposible de entender, con la que se están produciendo los ataques mortales de violencia machista. Un asesinato cada tres días.
La última mujer que entró a formar parte de estas luctuosas estadísticas, fue asesinada ayer en Pozuelo de Alarcón en Madrid. Ella tenía 59 años y era de origen británico. Su agresor, 66 y de nacionalidad española. El hombre le disparó con un arma larga y después se quitó la vida. Las primeras hipótesis apuntan a que los hechos se produjeron tras una fuerte discusión. Fue un vigilante de seguridad de la urbanización en la que vivían quien alertó a la Sala 091 de los ruidos en la vivienda, ubicada en la calle Corzo, cerca de la Casa de Campo.
Cuando accedieron a la vivienda, los policías localizaron los cuerpos sin vida del hombre y la mujer, con sendos disparos en la cabeza y en el pecho, según fuentes policiales.