Un agente de la Policía Nacional destinado en Barcelona, y que se encontraba fuera de servicio, mientras realizaba el trayecto a su Comisaría, en la estación de Badal, de la L5 del metro de Barcelona, se percató que una señora estaba muy alterada y realizando aspavientos sin mucho sentido. Estaba desesperada. Ofuscada. Los usuarios del metro que se encontraban cerca, le decían que por favor no lo hiciera, que no se tirara a las vías. La mujer tenía la intención de suicidarse.
El Policía Nacional se encontraba en el otro anden de la estación, observó que la mujer se dirigió hacia las vías, y se sentó en el mismo anden con las piernas colgando, esperando a la llegada del convoy, para saltar. Sin pensárselo dos veces, el agente cruzó las dos vías poniendo en peligro su seguridad, ya que la circulación de los trenes no estaba cortada, y antes de que pudiera llegar el convoy, logró subirla al andén evitando así su atropello, y probablemente su muerte.
Debido a su estado de nerviosismo, procedió a tranquilizarla, y a inmovilizarla y llamar a la seguridad del metro y a una ambulancia del SEM para que se valorara su estado. Los facultativos que la atendieron decidieron trasladarla al Hospital Clinic donde fue ingresada en observación.
Gracias a la rapidez del agente, se evitó un trágico desenlace. Este Joven Policía llamado Francisco José C.F, evitó de esta forma el trágico accidente, al poner su propia vida en juego para rescatar a la mujer