La mayoría de los pacientes infectados por coronavirus no presentan síntomas o estos son muy leves, pero un 3 por ciento desarrolla neumonía, y un 0.3 por ciento evoluciona hacía estados más severos .
Los factores que determinan la severidad con la que un paciente desarrollará la patología siguen siendo desconocidos, descubrirlos puede ser clave para mejorar el tratamiento y pronóstico de la enfermedad.
Hasta ahora, investigaciones previas, en las que había participado el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) de L’Hospitalet, habían identificado alteraciones del interferón (proteínas de señalización similares a las hormonas que son esenciales en la defensa contra las infecciones víricas) como predictores de severidad en estos individuos.
Este tipo respuesta inmune es muy importante en la lucha contra el virus SARS-CoV-2, ya que el propio virus tiene mecanismos para reducir la producción de esta citoquina por parte de las células del sistema inmunitario. Por lo tanto, en las personas con estas mutaciones los efectos se sumarían y el virus pasaría inadvertido para las defensas del organismo.
Estos estudios previos mostraron que aproximadamente un 10 por ciento de los pacientes con formas graves de Covid-19 habían desarrollado anticuerpos propios contra el interferón. Además, estudios paralelos demostraron que mutaciones en la vía de señalización de esta citoquina también estaban relacionadas con cuadros severos de la enfermedad.
Ahora un estudio conjunto del grupo de Enfermedades Neurometabólicas del Idibell, liderado por la doctora Aurora Pujol, y el Departamento de Medicina Interna del Hospital Universitario Infanta Eleonor de Madrid, encabezado por el doctor Jesús Troya, ha confirmado lo apuntado en investigaciones posteriores: que el 10 por ciento de los pacientes ingresados en este hospital con formas graves de Covid-19 presenta autoanticuerpos contra el interferón. En la investigación se ha analizado, además, el impacto clínico de la presencia de estos autoanticuerpos y del tratamiento con interferón exógeno.
El estudio publicado en la revista ‘Journal of Clinical Immunology’, comenta Pujol «no solo confirman la prevalencia de los autoanticuerpos en un número importante de pacientes con peor pronóstico, sino que además los correlacionan con biomarcadores bioquímicos ya en uso clínico, como la disminución de linfocitos o el aumento de la proteína C-reactiva, y subrayan el valor predictivo de estos anticuerpos contra interferón». «Esta nueva investigación da solidez a la anterior pero va más allá», señalan fuentes del Idibell.
Estos resultados llegan a la conclusión que la detección de autoanticuerpos contra el interferón a la llegada del enfermo de COVID al hospital, podría ser de gran utilidad para seleccionar esos pacientes con más probabilidad de sufrir hiperimmunidad y terminar en UCI, y así, poder adaptar el tratamiento administrado a estos pacientes, por ejemplo, intensificando la administración de interferón exógeno