Un impacto lateral entre dos camiones que circulaban por la AP-7 en dirección Francia acabó provocando este martes un aparatoso accidente de tráfico. Uno de los dos vehículos pesados implicados en el choque inicial volcó y en su errática trayectoria arrolló a un turismo. Lo sacó de la carretera, rompiendo el guardaraíles y lo empotró contra la separación de hormigón que divide ambos sentidos de la marcha de la vía rápida, según ha informado el PERIÓDICO.
Solo el azar hizo que el aprisionamiento entre el camión y la pared de hormigón se cebara en la parte frontal del vehículo, lo cual significó que la cabina se libró del aplastamiento. La imagen que presenciaron los miles de coches que a partir de entonces circularon por los carriles opuestos, en sentido Barcelona, cortaba la respiración: un camión volcado y un coche destrozado y pinzado por el morro, entre la pared de separación y el vehículo pesado.
Muy al contrario de lo que debieron pensar esos miles de conductores, ese accidente se saldó sin muertos. Los dos ocupantes del turismo, dos mujeres, sobrevivieron al choque y fueron trasladadas al Hospital Universitari de Girona Doctor Josep Trueta, donde se recuperan de heridas que no revisten gravedad, según ha añadido el PERIÓDICO.
De hecho, cuando los efectivos del parque de Bombers de la Generalitat de Maçanet de la Selva acudieron al lugar, las dos ocupantes del vehículo ya habían salido de la cabina, o de lo que quedaba de ella, por su propio pie.
Varios de los funcionarios que atendieron la emergencia, de los Mossos d’Esquadra, de los bomberos o del Sistema d’Emergències Mèdiques regresaron del siniestro preguntándose si las dos ocupantes «eran conscientes» de lo cerca que estuvieron de morir. «Lo normal, en el 90% de los casos, es que el coche hubiera terminado completamente aplastado», aseguran.
FUENTE DE LA INFORMACIÓN EL PERIÓDICO
