Un  sargento de los Mossos se ha quitado la vida este lunes en las duchas de la comisaría de Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona con su arma de fuego reglamentaria tras mandarle una carta de despedida a su familia poco antes de suicidarse. Los sindicatos policiales aseguran que desde Seguridad Pública “no se hace absolutamente nada  en cuanto a la formación de riesgos laborales para la policía y señala que el suicidio en la policía catalana sigue siendo un tabú”.

Ante este nueva tragedia han decidido volver a exigir urgentemente un “plan de prevención» y la creación de  un grupo de trabajo contra la prevención del suicidio entre los policías y los trabajadores del cuerpo. De esta manera   “la salud mental de nuestros compañeros será una prioridad” dado que el plan de prevención del suicidio sigue sin ponerse en marcha pese a la promesa de hace más de un año.

Estos lamentables sucesos no ocurren solamente en el cuerpo de los Mossos; en la Policía Nacional y la Guardia Civil los suicidios habían aumentado el último año un 54%. Un total de 34 agentes se quitaron la vida durante el año 2022. El Instituto Nacional de Estadística apunta que la tasa de suicidios en España es de 8,31 por cada 100.000 habitantes. Aunque esta cifra aumenta considerablemente si hablamos de agentes de cuerpos de policía donde asciende a 23,2 por cada 100.000 agentes.