Putin fue espía del KGB, los antiguos servicios secretos de la URSS, cuando todavía no había caído el muro de Berlín, y pasó a ser la actual Rusia. Un documento que exhibe el pasado de espía del presidente ruso Vladimir Putin fue encontrado por casualidad en los archivos de la Stasi, la temida policía política de la extinta Alemania socialista, en la ciudad de Dresde, en el 2018. Se trata de un carnet de la Stasi, firmado por el mandatario y con una foto de identidad de un joven Putin, de 33 años.
El documento estuvo años archivado sin que nadie lo supiera, (esta es la versión oficial), reveló el director del archivo de la Stasi en Dresde, Konrad Felber. Lo encontraron “por casualidad”, cuando miembros del archivo buscaban a pedido de la prensa información sobre cuadros de la Stasi y su capacitación en Dresde.
“Es una pequeña sensación. El nombre de Putin no figuraba en los expedientes sobre la entrega de documentos a militares soviéticos”, apuntó el director del archivo.
Putin estuvo en Dresde como oficial del servicio secreto soviético de la KGB hasta la caída del Muro de Berlín, en 1989. De hecho, su segunda hija, Katerina, nació en la ciudad alemana en 1986.
El documento fue emitido el 31 de diciembre de 1985 y renovado hasta fines de 1989, según confirman los sellos. El mismo permitía a Putin entrar y salir de las dependencias de la Stasi sin ser sometido a grandes controles, explicó Felber. “Pero esto no quiere decir automáticamente que Putin trabajase para la Stasi”, aclaró.
“En la era de la Unión Soviética, la KGB y la Stasi eran servicios amigos. Por ello es posible que sus miembros tuvieran documentos del otro servicio”, expresó el vocero de Putin, Dimitri Peskov, citado por la agencia rusa Tass.
Putin fue testigo de la toma de la central de la Stasi de Dresde por parte de unos 5.000 manifestantes el 5 de diciembre de 1989, durante la revolución pacífica que selló el fin de la Alemania comunista. Cuando los manifestantes se acercaban a la central se produjeron escenas de tensión con militares soviéticos.
Putin, que gobierna Rusia desde hace 18 años, siempre se refirió con cariño a los años que pasó en Alemania y en ocasiones se comunicó en alemán tanto con la actual canciller, Angela Merkel, -que habla ruso- como con su antecesor, Gerhard Schröder.
