El consejo de ministros aprobó ayer martes, una segunda moratoria para el pago de hipotecas y créditos al consumo.
La medida aprobada, va dirigida a aquellas personas que han perdido el trabajo o que han visto disminuir los ingresos de una manera significativa a causa de la crisis económica provocada por la pandemia.
En el caso de las hipotecas, se consideran vulnerables los hogares donde el pago de los créditos hipotecarios y los gastos básicos supongan más del 35% de los ingresos.
En cuanto a los créditos no hipotecarios, se consideran vulnerables los consumidores que están en el paro, los autónomos con una caída de las ventas de al menos el 40% y las familias con ingresos mensuales inferiores a 1.613,53 euros, que es el triple del IPREM, el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples.
El gobierno español ya había aprobado una primera moratoria, que prorrogó de julio hasta finales de septiembre.
En la primera fase de congelación de aplazamientos, hubo 261.329 solicitudes de moratoria hipotecaria, de las cuales se tramitaron 222.000, y 411.038 solicitudes de moratoria de créditos no hipotecarios, de las cuales se tramitaron 363.176.
