Esta semana empieza el nuevo curso del Programa de auxiliares de conversación de inglés, que este año llega a 2.670 alumnos de ESO, de 29 centros (todos los institutos públicos y 15 concertados) de la ciudad.
Este programa pone a disposición de los centros educativos de secundaria auxiliares de conversación nativos que, con coordinación con el departamento de inglés de cada centro, refuerzan las habilidades orales del alumnado dentro del horario lectivo. Se prevén también actividades de refuerzo gratuitas en horario extraescolar y en pequeños grupos para los alumnos con necesidades educativas específicas que lo necesiten.
La alcaldesa, Núria Marín, y el concejal de Educación, David Quirós, han visitado esta mañana el Instituto Apel·les Mestres con motivo del inicio de curso. Un total de 11. 326 alumnos estudian este curso ESO (9.608) y bachillerato (1.718) en L’ Hospitalet.
El Programa de auxiliares de conversación de inglés es una iniciativa pionera del Ayuntamiento de Hospitalet, que la financia y desarrolla, en colaboración con el Departamento de Educación de la Generalitat.
La mayor parte del programa se desarrolla entre el alumnado de 4 t de ESO. En tres institutos de la ciudad, Jaume Botey, Rubió y Ors y Pedraforca, participa, por cuarto curso consecutivo, todo el alumnado del centro.
El Programa de auxiliares de conversación en inglés se enmarca en uno de los objetivos estratégicos del Ayuntamiento, que es garantizar los derechos básicos de las personas y los servicios municipales como instrumentos de equidad y cohesión social.
Y concretamente en el ámbito educativo, desarrollar acciones encaminadas a mejorar las competencias, la capacitación y las oportunidades de éxito de los estudiantes complementando sus enseñanzas básicas con el fin de avanzar hacia una sociedad del conocimiento.
El Programa de auxiliares de conversación de inglés está muy bien valorado por parte de los centros educativos que participan y también por parte del Departamento de Educación.
El programa está cumpliendo los objetivos que se fijaron en un inicio, como la construcción de una red de intercambio que recoge las buenas prácticas de los centros educativos y de los diferentes equipamientos municipales. Por otra parte, esta iniciativa da respuesta a las demandas del mercado laboral, especialmente en los ámbitos económicos emergentes en la ciudad -cómo son hostelería, restauración, sanidad y empresas innovadoras-, donde el conocimiento del inglés es fundamental.