El Ayuntamiento de L’Hospitalet recoge cada año centenares de animales de compañía abandonados o perdidos en la ciudad, a raíz de irresponsabilidades o negligencias de sus propietarios.
Actualmente, en L’Hospitalet es l’APAG (Asociación Protectora de Animales de Granollers) la entidad que presta el servicio de atención y adopción de los animales recogidos en la ciudad. Para más información: http://protectoragranollers.org ; teléfono de contacto: 93 840 27 77.
A lo largo de todo el 2021 entraron al protector procedentes de las calles de L’Hospitalet 236 animales (141 perros y 95 gatos). De los perros, 62 han sido recuperados por sus propietarios, 76 han sido adoptados y 3 se encuentran en plazo legal para que los propietarios los recuperen. De los gatos, 18 han sido recuperados por sus propietarios, 76 han sido adoptados y 1 se encuentra en plazo legal para que los propietarios lo recuperen.
Con relación a las pérdidas y los abandonos del año 2020 (año atípico con datos a la baja, con 147 perros y 96 gatos), en L’Hospitalet ha habido una disminución del 4% y del 1% en el número de perros y gatos recogidos, respectivamente.
En el caso de decidir convivir con un animal, el Servicio de Salud Municipal recomienda adoptar a uno abandonado. De esta manera, se da una segunda oportunidad a un animal que se ha quedado sin hogar y se hace un ejercicio de civismo ante la irresponsabilidad del abandono, a más de disfrutar de los beneficios psicológicos, físicos y emocionales de tener un amigo fiel.
También recalca las ventajas de adoptar un animal adulto, ya que a menudo ya ha aprendido las normas de conducta básica y puede tener una adaptación más rápida a su nueva vida.
Por otra parte, desde el 5 de enero los animales de compañía han dejado de ser considerados «cosas» y disfrutan de un status que los define como «seres vivos dotados de sensibilidad». Eso significa un paso muy importante, porque pasan a considerarse miembros de la familia.
Este cambio obedece a una triple reforma legal del Código Civil, la Ley hipotecaria y la Ley de enjuiciamiento civil, mediante la cual quedan reguladas tanto la custodia compartida de los animales en caso de separación o divorcio de los responsables como la prohibición de abandonarlos, causarles padecimiento o dolor o utilizarlos como herramientas de violencia.