Hace unos meses un grupo de pensionistas de toda España decidieron dar un paso adelante, y no mantenerse en la queja permanente: legalizar un partido político, con la denominación ‘UNION EUROPEA DE PENSIONISTAS’, con el objetivo de defender el numeroso y silencioso colectivo de pensionistas, los actuales y los futuros, dejando de lado cualquiera de las tendencias políticas presentes en el espectro español. Un partido no adscrito a ninguna ideología.
Eso si, con un compromiso muy claro ante la sociedad española, y con total libertad para poder tomar las mejores decisiones, en defensa del colectivo de pensionistas; «no tenemos ninguna deuda con los poderes fácticos del país, ni con ningún poder financiero, disponemos de total libertad para el cumplimiento de nuestros compromisos con dialogo y negociación», manifiestan desde el partido.
En L’Hospitalet de Llobregat, será Manuel Ordoñez, vecino de la ciudad, el cabeza de lista, y quien defenderá estos propósitos. Ordoñez, hombre tranquilo, y reflexivo encara la campaña con mucha serenidad. Su buena forma física, le mantiene ágil como si todavía estuviera en activo laboralmente. Persona que ha luchado desde muy joven, nadie le ha regalado nada, se ve con la fuerza de defender a un colectivo, al que la sociedad tendemos a olvidar.
En otras culturas y religiones, los más mayores están situados en un espacio de máximo respeto en la sociedad, pero en las sociedades capitalistas, no es así, parece como que se les intenta marginar, arrinconar y en algunos casos incluso maltratar.
«Estamos convencidos que las injusticias a las que nos tiene sometidos dirigentes políticos actuales en toda España, del color que sea, nosotros les podemos plantar cara, y trabajadores, empresarios, comerciantes y los ciudadanos mas desfavorecidos pueden confiar que el nuestro será un gobierno del pueblo y para el pueblo. Es decir CAMBIAREMOS LA FORMA DE HACER POLITICA haciéndola más dialogante, objetiva y efectiva, además de más justa para todos y todas.
Experiencia no les falta, y ganas de luchar duro tampoco, provienen de la generación de la cultura del trabajo, al igual que sus padres y abuelos, el 28 de mayo las urnas decidirán.