La llegada de los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, a Oropesa, en Castellón, ha sido una de las más accidentadas que se recuerdan. Sus Majestades intentaban llegar a la costa montados en una lancha, pero no lo consiguieron.
Los tres Reyes quisieron entrar por mar a la localidad castellonense. Eligieron un pequeña lancha, que hizo el servicio hasta llegar a la orilla. Cuando ya estaban a punto de tocar tierra vino una ola de dimensiones considerables y la embarcación volcó. Los Reyes, evidentemente, se fueron al agua.
Esta escena se produjo delante de una gran multitud de niños y adultos que esperaban con ilusión su llegada. Sin embargo, las fuertes rachas de viento que azotan al Levante fueron suficientes para imponerse a la magia de Sus Majestades, que acabaron chorreando.
Pese a que la performance no salió como estaba planeada no ocurrió nada grave. Melchor, Gaspar y Baltasar se recompusieron del revolcón y llegaron a la playa andando y saludando a quienes les estaban esperando. Incluso fueron aplaudidos.