El miedo, “es aquella perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario” .
El miedo es un sentimiento común a todos los seres humanos. Esta sensación de ansiedad causada por nuestra anticipación de algún evento o experiencia imaginada es una reacción biológica de nuestro cuerpo ante un conjunto de señales que interpreta como temerosas.
De lo que no debemos tener miedo es a identificar los miedos. Porque sólo cuando sabemos de dónde provienen es cuando podemos empezar a controlarlos. Con o sin ayuda de profesionales, hay que ser conscientes de nuestros temores. Encontrar la raíz de los mismos, es el primer paso para acabar con ellos, opinan los especialistas.
El presidente Franklin Roosevelt afirmó que “la única cosa a la que debemos temer es al miedo mismo” y, “el miedo al miedo probablemente causa más problemas en nuestras vidas que el miedo en sí mismo”.
Los cuatro miedos básicos de los cuales nacen casi todo el resto de nuestros temores, según los psicólogos serían :
1. Miedo a la muerte
El miedo a ser aniquilados y dejar de existir, más comúnmente conocido como miedo a la muerte proviene de una sensación primaria de todos los seres humanos por la supervivencia.
De este miedo se derivan otros muchos temores generalizados como el miedo a las alturas, el pánico a los viajes en avión o diferentes fobias relacionadas con la extinción de nuestras vidas. Sensaciones de pánico ante circunstancias asociadas a fatales consecuencias que supongan el fin de nuestras vidas.
2. Pérdida de autonomía
El miedo a ser inmovilizados, paralizados, restringidos, sometidos, atrapados, encarcelados o controlados por circunstancias que están fuera de nuestro control. El temor a la libertad de nuestros movimientos naturales es común a casi todos nosotros.
En su reacción física se le conoce comúnmente como claustrofobia, pero también se extiende a otras reacciones psicológicas relacionadas con las interacciones y comportamientos sociales. Uno de los más comunes y que nos cuesta reconocer sería, “el conocido como ‘miedo al compromiso’ es básicamente el temor a perder la autonomía”.
3.Lasoledad
Totalmente contrapuesto al anterior, este miedo se relaciona con el pánico al abandono, al rechazo o a sentirnos despreciados. La pérdida de conexión con el mundo genera sensaciones de angustia ante la posibilidad de convertirnos en una persona no querida a la que nadie respete ni valore.
Los miedos básicos se muestran a través de nuestras reacciones compartidas ante las circunstancias de la vida. Los celos y la envidia, por ejemplo, expresan el miedo a la separación o la devaluación de uno como persona: “se va a ir con otra persona y en consecuencia me voy a quedar solo, o bien lo hace porque yo no merezco la pena”.
4. Daños y perjuicios a nuestro ego
El miedo a sentirnos humillados, pasar vergüenza o cualquier otra situación de profunda desaprobación que amenace la pérdida de la integridad del ser, conocida como muerte del ego.
El miedo al rechazo o el temor que sienten muchas personas a hablar en público están relacionados con esta angustia generalizada a la aniquilación de nuestro ego.
Como dice un famosos director de cine: “El miedo es mi compañero más fiel, jamás me ha engañado para irse con otro”. Y es que todos tenemos miedos, y la mayor parte de ellos nacen de ideas compartidas por la gran mayoría de nosotros.