Los empleados municipales que realizan sus actividades laborales en el exterior sufren con fuerza las olas de calor, que cada vez comienzan antes y que este año ya han dejado tras de sí cientos de muertes atribuibles a las altas temperaturas, entre todos los ciudadanos.
La historia se repite para los que baldean con agua las calles de la ciudad, los barrenderos o los operarios que limpian las hojas caídas. El calor es insoportable y solo les queda sufrirlo. Y aun quedan muchas semanas para que finalice este verano.
El operario municipal de la limpieza, de Madrid, que sufrió un golpe de calor el viernes mientras trabajaba en el distrito de Puente de Vallecas, f alleció este domingo. Los hechos ocurrieron pasadas las 17.30 horas. La víctima, de 60 años, fue trasladada en estado grave al hospital Gregorio Marañón tras sufrir un golpe de calor en la avenida de San Diego, donde fue atendido por los facultativos de Samur-Protección Civil a media tarde. Cuando le tomaron la temperatura corporal, estaba a 41,6 grados, por lo que rápidamente procedieron a aplicarle hielo y suelo salino frío, además de taparle con una manta de hipotermia
El uniforme de los barrenderos acostumbra a ser una parte de «poliéster», además de tener que llevar el chaleco antireflectante, lo que conlleva que soportan las altas temperaturas con este vestuario poco adecuado: «Algunos compañeros han tenido problemas con el tema rozaduras», y también por «las altas temperaturas» nos comenta un trabajador de la limpieza de L’Hospitalet. El horario de la mañana termina a las 13:30h, y el del turno de tarde empieza a las 14:00 h, lo que implica soportar entre las 14:00 y las 18:00 h, unas temperaturas y una humedad muy altas.