Las lluvias se han ausentado de Catalunya los últimos meses, exceptuando estos últimos días, que algunas borrascas han cruzado por el territorio. La Agencia Catalana del Agua (ACA) decretó hace unos días el estado de prealerta en todo el sistema de cuencas del Ter y el Llobregat, que abastecen a las zonas de Barcelona y Girona.
En consecuencia las dos desalinizadoras, la de Blanes y la de El Prat de Llobregat, se han puesto a filtrar agua salada a toda máquina, como pocas veces lo hacen, para frenar el vaciado de los embalses.
Esta aportación de agua potable de las desalinizadoras, pueden afectar el gusto del agua del grifo, aunque se mantiene las absolutas garantías sanitarias.
Actualmente, la planta de El Prat de Llobregat, inaugurada en el año 2009, es una de las de mayor capacidad en Europa para abastecimiento urbano, y puede generar hasta 60 hm3 al año. Estos días está funcionando al 87,5% de su capacidad, y siete de sus ocho bastidores disponibles están en estos momentos activos. Se trata de un volumen de producción de agua que supera los 140.000 m3 diarios.