El pasado jueves En Comú Podem de L’Hospitalet celebró una reunión en el Centre Cultural Bellvitge-Gornal para abordar el problema del medio ambiente en la ciudad, recoger propuestas de la ciudadanía y trabajar de forma colectiva el planteamiento de medidas y soluciones que ayuden a mejorar la situación actual del medio ambiente.
En L’Hospitalet, tal como indican los datos del IDESCAT, es el municipio con menos metros cuadrados de zona verde por habitante de toda Catalunya. Esto, combinado con el hecho que la ciudad ocupa el primer lugar en densidad de población (21.343’3 habitantes por kilómetro cuadrado) entre los municipios de más de 50.000 habitantes, hace que en L’Hospitalet, las cuestiones relativas al medio ambiente, la gestión del espacio público y la lucha contra la especulación urbanística tengan una importancia capital para la construcción de un modelo de ciudad diferente, on más calidad de vida según Una ciudad con más cualidad de vida, según En Comú Podem.
En palabras del portavoz del grupo municipal de L’Hospitalet de En Comú Podem, Manuel Domínguez:
«En L’Hospitalet, para luchar contra la emergencia climática y a favor de la salud pública es urgente parar la construcción de más y más bloques y aumentar y mejorar el verde urbano. No podemos continuar con el urbanismo que se ha hecho hasta ahora. No podemos hacer las cosas como se han hecho hasta ahora y que nos han conducido a la situación actual.»
Esta reunión informativa se encuadra en el contexto de una serie de encuentros planteados por el grupo municipal de L’Hospitalet En Comú Podem con vecinos y vecinas de la ciudad, entidades y movimientos sociales para contribuir en la construcción de una visión de la ciudad a la altura de las circunstancias, capaz de ofrecer un verdadero horizonte de futuro a la ciudadanía de L’Hospitalet.
Las conclusiones a las que se llegó en el encuentro, tienen que ver con la urgencia de crear nuevas zonas verdes (algunas con las características de los refugios climáticos), evitar la destrucción de espacio de verde urbano (en especial de árboles consolidados que generan vueltas verdes) y dejar de lado una política urbanística anacrónica que insiste a construir más bloques de pisos que generan emisiones de gases de efecto invernadero, contaminación y aumentan el efecto de isla de calor.