Caixabank cerró la última oficina bancaria que quedaba en el barrio del Gornal de L’Hospitalet, el año pasado. Las protestas de los vecinos, lógicamente no tardaron en aparecer. Con el cierre de esta última oficina se obliga al vecindario a desplazarse al barrio de Bellvitge. Un recorrido de al menos 25 minutos, en el que hay que subir el puente que cruza las vías del tren, con todo lo que conlleva este desplazamiento para las personas mayores.
La digitalización de los bancos, ha desembocado en un calvario para realizar las gestiones bancarias en el día a día. Los bancos se han cargado el trato personal, y una atención digna con los clientes. Los ancianos tienen que hacer largas colas para cobrar la pensión, y el trato que reciben es innombrable, por no decir inhumano.
Maria Yañez, representante de la Asociación de Vecinos del Gornal, en conversación con el TOT L’HOSPITALET, nos explicaba que seguirán luchando, y la preocupación que hay en el barrio para conseguir la reapertura de la oficina. «No nos pueden dejar así, a los 7.000 vecinos y vecinas del Gornal«, manifestaba. Al menos las protestas han servido de algo, han obligado a Caixabank a reabrir dos cajeros, pero aun queda mucho camino.