La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha considerado este martes «difícil» que en Semana Santa haya una «movilidad normalizada» y que exista una libre circulación de personas en el tránsito aéreo o en el turismo.
El gobierno del estado insiste así en el mensaje trasladado por las autoridades sanitarias en los últimos días y rebaja las expectativas, poder viajar en el próximo periodo vacacional dependerá de la evolución de la COVID.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Montero ha aconsejado «no trasladar prisas ni presión por empezar la desescalada» y ha advertido de que el Gobierno estará «vigilante» para que la movilidad nacional se rija «por criterios exclusivamente epidemiológicos».
«Ninguno tenemos una bola de cristal para saber cómo se va a comportar la epidemia en esos períodos pero el aprendizaje previo nos hace estar extraordinariamente prudentes», ha reiterado Montero.
Evitar una cuarta ola
Y ha comentado que salvo que existan incidencias acumuladas a 14 días por debajo de los 150 casos por cien mil habitantes, como ha citado el director del centro de emergencias Fernando Simón, habrá que reiterar y mantener las medidas en marcha para evitar una cuarta ola.
La ministra portavoz ha insistido en «perseverar e intensificar aquello que ya se ha demostrado que funciona» y ha recordado que en el combate contra el virus «no hay atajos».
La portavoz ha reconocido que los datos actuales que nos muestran los niveles de transmisión son «excesivamente altos» al igual que la situación en los hospitales y atención primaria, donde la presión es muy alta.
Los partidos piden no generar «falsas expectativas»
La mayoría de los partidos políticos también han pedido no generar «falsas expectativas» ante una posible mayor movilidad durante los días de Semana Santa y han coincidido en que la prioridad es «salvar vidas».