La sorpresa saltó a los medios de comunicación el jueves pasado a media mañana. La policía nacional por orden judicial entraba en el Consell Esportiu, para realizar un registro, se llevaba documentación en cajas, y realizaba tres detenciones a lo largo del día.
Lo que nadie se esperaba es que la actuación policial fuera la consecuencia de una denuncia previa, realizada por el máximo responsable jerárquico del área, Jaume Graells.
Según el denunciante, “Es rotundamente falso que el motivo que me haya movido, haya sido el enfrentamiento político derivado de las primarias para elegir el primer secretario del PSC en L’Hospitalet»
En estas primarias se enfrentaron Cristian Alcazar, uno de los detenidos y Fran Belver, primer teniente de alcalde.
En la cronología de lo que sucedió, Graells explica que el 4 de febrero «puso en conocimiento de Núria Marín los hechos, las irregularidades detectadas. Posteriormente, la caldesa le informó que había encargado al presidente del Consell Esportiu, y regidor d’esports que pusiera en marcha una auditoria externa sobre la gestión del consell«.
Después llegó la pandemia, y ante la ralentización de las actuaciones para aclarar los hechos, Graells decide presentar denuncia. «Quien desprestigia la política y las instituciones no es quien presenta la denuncia, si no quien comete los delitos». «Si no lo hubiera hecho habría caído en prevaricación»
Es necesario que a partir de ahora se aclaren los hechos, si es que hay o no hay irregularidades, por descontado. Los ciudadanos y el mundo del deporte tienen que saber la verdad solo faltaría.
