«El entierro de la sardina» tiene lugar el día que en el calendario litúrgico se conoce como «miércoles de ceniza», o «dimecres de cendra» una fecha que representa al mismo tiempo el final del Carnaval y el inicio de la Cuaresma. Con este rito popular se pone fin -obligado- a los excesos de todo orden cometidos durante el Carnaval, para iniciar un periodo de cuarenta días de austeridad previos a las celebraciones de Semana Santa.

El antropólogo Joan Soler Amigó describe esta costumbre a la «Enciclopedia de la fantasía popular catalana» como una «procesión carnavalesca», que en su forma arquetípica consistía en una merienda en el campo durante la cual se celebraba una ceremonia grotesca en que era enterrada una sardina o una arengada, generalmente vestida de forma ridícula.

Su origen se encontraría en una fiesta carnavalesca madrileña que tuvo lugar en otros lugares de la península Ibérica, introducida en Catalunya a mediados de siglo XIX. Pero… por qué enterramos una sardina? En opinión de Soler Amigó, al principio se enterraba un espinazo (o canal de cerdo), llamada «sardina» en castellano. El significado original de la costumbre seria, pues, enterrar la carne y todo lo que es graso porque empieza la Cuaresma, época caracterizada por las abstinencias alimentarias.

Rituales contradictorios

Algunos antropólogos, pero, no están de acuerdo con esta interpretación y afirman que en todo el mundo el símbolo del cambio es contradictorio. Los rituales funerarios, por ejemplo, han sido históricamente rellenados de connotaciones vitalistas, como por ejemplo el ofrecimiento de alimentos o bien el entierro del difunto junto con objetos de su ajuar.

El historiador ruso Batjin, por su parte, explica que hasta antes del Renacimiento los carnavales eran vertebrados siempre por imágenes y rituales absolutamente contradictorios, hecho que dificulta la explicación. La prohibición de las celebraciones carnavalescas en nuestro país durante casi cuarenta años -el tiempo de la dictadura franquista-, provocó que la celebración del Carnaval sufriera modificaciones importantes dependiendo de la localidad, pero el hecho principal (el entierro del pez) continúa manteniéndose como parte integrante de estas fiestas.

FUENTE: SAPIENS