En el espacio ‘La contraportada’ del ‘TN vespre’ de TV3 entrevistan al exorcista del obispado de Vic.
«Existe el diablo?
Sí, el diablo existe». Con esta respuesta contundente empieza un diálogo con Mossen Joan Prat i Jorba, y el periodista de TV3, él es el exorcista oficial del Obispado de Vic. Lo es desde hace 4 años.
«Cómo posee el diablo las personas?
Es un misterio. Es un misterio muy grande», afirma Joan Prat. «Hay comportamientos extraños, hay gente que practica espiritualidades extrañas que buscan, y quieren saber cosas del más allá y entran en ritualitzaciones extrañas, muchas cosas mezcladas, son personas que caen en sectas, que entran en esoterismos extraños y que llaman a puertas muy raras.»
Mossen Joan asegura que mucha gente oyela palabra «exorcista» y piensa en la película. Y nos asegura que la última que protagonizó el 2011 Anthony Hopkins «El Rito» sí que está muy documentada «pero con una intensidad que no es nuestro día a día».
Él considera que su trabajo es muy parecido a la de un psicólogo, que se pasa muchas horas y días hablando con personas angustiadas, con miedos y actitudes extrañas. A menudo, dice, trabaja en paralelo con psicólogos y psiquiatras. Admite que es imprescindible la colaboración entre los médicos y el padre.
«Hay un momento que el mismo psiquiatra no ve un porque. Cuando en un caso extremo, una persona queda liberada solo usando la plegaria. Para muchos médicos es motivo de sorpresa y admiración y de reconocimiento de la labor.»
Mossen Joan afirma que «lo que tenemos que distinguir en primer lugar es que las personas son tentadas por el diablo. Es la idea general. El diablo quiere apartarnos del amor de Dios. Quiere que nosotros actuemos directamente haciendo el mal. La manera de molestar y de perturbar que tiene el diablo es misteriosa y extraña, y rara. Es excepcionalísima».
El Vaticano considera que cada obispado tiene que tener un exorcista para «combatir el mal». En Catalunya hay 10, uno por cada obispado, según la Conferencia Episcopal Tarraconense.
Cuando le preguntamos cuántos exorcismos hacen al final del año, nos dice que no lo saben porque no quedan registrados. Fuentes del Obispado de Terrassa y de Barcelona nos aseguran que tienen «muchísimo trabajo».
Según Joan Prat, en la Iglesia no le gusta nada hablar del diablo y de personas poseídas. Dice que se blindan a hablar para preservar la intimidad de las personas a quienes tratan de ayudar, que cada vez son más. Y también porque los molesta la imagen que se ha generado siempre alrededor de los exorcistas. Sacerdotes que, como él, tocan otras muchas teclas del ámbito eclesiástico. Él es también el padre de la prisión de Almeces.
