La Covid, que casi todo lo trastorna ha arrasado también con el pesebre de la plaça de Sant Jaume. Sencillamente no habrá.
Es una de las tradiciones navideñas barcelonesas, muy arraigadas y de visita fija para muchas familias.
Evitar aglomeraciones y no coincidir con manifestaciones son los dos motivos esgrimidos por el Ayuntamiento de Barcelona para no hacerlo esta navidad.
El pesebre de la plaça de Sant Jaume acumula cada año comentarios de defensores a quienes les encanta y de detractores que lo detestan.
Hace años, el pesebre se limitaba a reproducir el nacimiento de Jesús, pero las últimas versiones no han estado exentas de polémica.
Este año, la propuesta que sustituirá la instalación navideña será una exposición de fotografías de los pesebres de los últimos 10 años que se instalará en el patio del Ayuntamiento, entrando por Sant Jaume y saliendo por la plaza de San Miquel.
De momento ya han salido voces contrarias a la decisión del gobierno municipal. El PP ha pedido a Colau que no renuncie al pesebre.
El portavoz del grupo popular, Òscar Ramírez, ha dicho en una rueda de prensa que «somos conscientes de la situación por la pandemia, pero ajustando la instalación a las medidas oportunas para evitar aglomeraciones se puede instalar sin problemas«.