El pasado1 de junio, se estrenó la nueva factura de la luz que afecta a los hogares acogidos al PVPC. Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha denunciado que, como era de esperar, la mayoría de las compañías eléctricas han aumentado sus precios incluso hasta un 27%.
El verano llega con una de las subidas más importantes de la luz después del cambio al nuevo sistema, que define tres tramos de usos horarios: un segmento para pagar menos, otro con un precio intermedio, o el que se paga más. Y es que aprovechando esta modificación, el coste de la mayor parte de las nuevas tarifas 2.0 TD que han empezado a ofrecer las comercializadoras supera con creces el que cabría esperar como resultado de la aplicación de las nuevas tarifas de peajes y cargos.
Tal y como analiza la OCU, con la media de un hogar español (4,6 kW de potencia y un consumo anual de 3.500 kWh), las subidas son siempre superiores a las provocadas por los cambios regulatorios. Así, cuando se esperaba que el incremento rondara el 8,5%, puede llegar a alcanzar hasta el 27,3% según la compañía contratada.
En consecuencia, es importante comparar las tarifas entre las distintas empresas para saber cuál es la que mejor se adapta a las necesidades de nuestro hogar. Una equiparación que lleva a ver que Esfera Luz y Eres Energía son las que más han subido sus precios (alrededor del 25% respecto a la antigua discriminación horaria y entorno al 15% en las tarifas 2.0 A) hasta 910,04 euros y 937,69 euros, respectivamente.
De la misma forma, Naturgy, Gana Energía, Holaluz y Lucera, para los usuarios acoplados a la modalidad de precio fijo, son otras de las que más han subido sus costes este mes de junio (sobre un 10%). Por el contrario, Som Energia, Goiener y Lucera, para los usuarios de la tarifa indexada, son las tres compañías que se limitan a trasladar los cambios regulados a sus tarifas libres, junto con la tarifa regulada PVPC.
Además, hay compañías como Bulb que están ofreciendo ya solo una tarifa única para las 24 horas del día, en vez de por tramos. Un factor que encarece la factura, pues se suben los precios fijos para evitar riesgos ante el hecho de de que las comercializadoras deban seguir haciendo frente a los peajes y cargos del nuevo sistema.