Los vehículos que tienen la etiqueta ambiental amarilla de la DGT podrán seguir circulando por la zona de bajas emisiones (ZBE) en el año 2022. Esta ha sido la información emitida desde el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) en un comunicado realizado este pasado jueves.
De este modo, estos vehículos no se verán afectados por las restricciones de la ZBE, y podrán circular en las mismas condiciones que los que tienen la etiqueta verde, la ECO y la de cero emisiones.
La nota informativa de la AMB llega casi un año después de que esta administración planteara que los vehículos con etiqueta amarilla, tuvieran vetado entrar en la ciudad el año que viene, osea el 2022, si bien solo quedó en una propuesta que las circunstancias económicas, la pandemia, y la situación social han condicionado en su desarrollo. Si no hubiera sido por estas causas, otro gallo cantaría, ya tendríamos el lio montado. A veces da la sensación que la clase política, tiene el termómetro estropeado, cuando le tiene que tomar la temperatura a las necesidades del ciudadano en general.
No es un colectivo menor, los coches con el distintivo amarillo de la dirección general de Tráfico (DGT) son los diésel matriculados entre el 2006 y el 2013 y los de gasolina adquiridos entre el 2000 y el 2006. Entre unos y otros representan alrededor de un tercio de los vehículos que se mueven por los accesos a Barcelona.
El porcentaje es mucho mayor entre los profesionales: hasta el 77% de los transportistas que trabajan habitualmente en la capital catalana y su entorno.
Este jueves, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, aseguró en una entrevista en el programa de TVE, que dirige Gemma Nierga, «Café de Ideas», de La 2, “Tenemos que sentarnos el Ayuntamiento, la Generalitat y el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) para ver los tempos y las condiciones” La negociación no será inmediata.