El Vaticano ha abierto una investigación sin precedentes en la Iglesia española tras recibir un informe elaborado por el rotativo «El País», y recogido por La Vanguardia, en el que acusa a 251 clérigos de haber abusado de al menos 1.237 víctimas. El caso más antiguo del documento data de 1943 y el más reciente de 2018. Según la investigación difundida por el rotativo este domingo, la cifra de afectados podría aumentar a varios miles. En paralelo, fuentes eclesiásticas han aconsejado que se denuncie ante los tribunales eclesiásticos, especialmente porque en el derecho canónico estos delitos prescriben más tarde que en el derecho civil.
Fuentes eclesiásticas de Barcelona, cuyo arzobispado preside el cardenal Juan José Omella, presidente también de la Conferencia Episcopal Española (CEE), han dicho este domingo que la Iglesia española ha recibido «con normalidad» la investigación del diario y también desde la voluntad de «llegar al final» en las investigaciones.
Las citadas fuentes eclesiásticas han precisado, respecto a las narraciones de las víctimas, que «todo lo que sea aportar luz será bienvenido», y han reiterado que es importante que «se dirijan a los tribunales», pues aunque en la investigación hay casos remotos, que se remontan a 1943, hay otros más recientes.
Y han aconsejado que lo hagan ante los tribunales eclesiásticos, especialmente porque en el derecho canónico estos delitos prescriben más tarde que en el derecho civil. Las mismas fuentes han recordado, en este sentido, que si la investigación de los casos de abusos cometidos en centros escolares la inician las congregaciones de quienes dependen los colegios, su tramitación es más lenta, «ya que los superiores de la orden no están aquí, sino en Roma».
El documento tiene 385 páginas y fue entregado al Papa Francisco el 2 de diciembre, aprovechando el contacto directo del pontífice con los periodistas durante su viaje a Grecia. El papa, a su vez, trasladó la documentación a la Congregación para la Doctrina de la Fe, la institución que centraliza la investigación de la pederastia en todo el mundo católico y que dirige el jesuita español Luis Ladaria. El cálculo de víctimas deriva tanto de los testigos directos de afectados como de testigos, que en su mayoría dicen que era un «secreto de dominio público». Según el informe, un caso habitual es el de profesores que agredían sexualmente a toda la clase, con varios cursos a su cargo y que estuvieron durante años en uno o más colegios».