La historia de los 200 jóvenes que se encontraban de viaje de fin de curso en Mallorca, se ha convertido en un serial, y en un cúmulo de improvisaciones, y falta de responsabilidad de éstos jóvenes, y que deben guardar cuarentena en el Hotel Palma Bellver. La queja de algunos de estos: «Somos negativos, queremos salir», ha sido su grito de protesta.
Varios jóvenes han llevado días desafiando a las autoridades negándose a hacerse las pruebas PCR y escapándose del hotel. La delegada del Gobierno en las Islas Baleares, Aina Calvo, ha confirmado este miércoles que de los «varios» estudiantes huidos de Palma tras la detección del «macrobrote de covid«, dos de ellos se han escapado del hotel en el que permanecen en aislamiento «en las últimas horas». Uno de los jóvenes ha vuelto porque «se encontraba mal» y el otro todavía sigue siendo buscado.
Los estudiantes no son los únicos que están descontentos, los vecinos de los alrededores aseguran que hasta las 05.00 de la madrugada no han podido dormir por el alto volumen de la música del hotel. La Policía tuvo que intervenir esta madrugada del martes por las quejas. Además, se han producido varios lanzamientos de objetos a la vía pública y gritos a transeúntes.
Al parecer, los locales de los alrededores están suministrando alcohol a los jóvenes y subiéndolo con poleas hasta los balcones para ‘montar’ la fiesta en sus habitaciones.
A partir de este jueves han sido trasladados en un barco hasta Valencia.