Este fin de semana, un crimen cometido en un centro hospitalario de Alcalá de Henares ha conmocionado la población y al colectivo de sanitarios, por el ensañamiento del asesino.
La víctima mortal, Sergio, divorciado, tenía 41 años y trabajaba en Urgencias del hospital universitario Príncipe de Asturias de la localidad. Era un destacado líder sindical. Durante la pandemia, apareció varias veces en los medios de comunicación.
El asesino tenía 39 años, se llama Gonzalo llevaba 10 años trabajando como conductor de ambulancias. No tenía antecedentes y no parecer ser que tuviera problemas psiquiátricos. Estaba obsesionado con que su novia, que era enfermera en Urgencias, tenía una relación sentimental con el fallecido, se acostaba con el.
A Gonzalo no le tocaba trabajar este sábado. Igualmente llegó al hospital sobre las 14.15 horas aproximadamente, y se enfundó su uniforme. Después se dirigió directamente a buscar a Sergio que además cumplía años aquel mismo día, y que se encontraba comiendo en la sala de descanso para el personal de Urgencias.
Gonzalo esperó a que Sergio estuviera solo para dirigirse hacia él. No fue un asesinato a sangre fría. Primero hubo una fuerte discusión.
Tras el enfrentamiento verbal, Gonzalo atacó a Sergio con enseñamiento. Primero lo degolló con un cuchillo, y después lo apuñaló en un ojo. El atacante después le rajó los testículos, y le produjo varias heridas en el abdomen.
Al llegar otro trabajador a la sala de estar y, ver lo ocurrido, avisó de inmediato a dos policías nacionales, que se encontraban en Urgencias custodiando a un detenido.
El asesino se dirigió a otra sala del hospital, en la que se atrincheró, pero momentos después los agentes lograron inmovilizarlo y detenerlo.
