La llegada de la nueva variante ómicron de la Covid, ha coincidido con la época de resfriados y del virus de la gripe. Los casos positivos de COVID, están aumentando estas últimas semanas, y las perspectivas no son positivas. Para distinguir, un resfriado, una gripe de la variante ómicron, las pruebas PCR o los test de antígenos siguen siendo la herramienta más eficaz para confirmar si, los síntomas de fiebre, tos y dolor muscular se deben a una infección por SARS-CoV-2 o no.
Los síntomas de la covid han ido evolucionando en función de la cepa predominante. Durante la primera y segunda ola, la sintomatología más común era garganta irritada, congestión nasal, tos seca y dolor muscular. A esto, con la llegada de la variante ómicron, se le debe añadir la mucosidad y los problemas gastrointestinales. Los síntomas de la nueva variante son la tos, la fatiga y la congestión o la mucosidad nasal.
En el caso del virus de la covid, las bajas temperaturas y el frío seco también contribuyen a su transmisión, así como la falta de ventilación en espacios cerrados.
Una señal que puede resultar diferenciadora es que la gripe suele comenzar con una gran congestión nasal y afectación de garganta, incluso antes de que aparezca la fiebre, la fatiga, los dolores musculares o de cabeza y el malestar general, que son síntomas que sí comparte con la covid.
En la gripe el comienzo suele ser más intenso e inesperado, uno se siente de pronto «griposo», con congestión y tos, seguida de fiebre. En el caso de la covid, los síntomas suelen aparecer de forma más progresiva: fiebre, dolor de garganta y cabeza… que empeoran con el paso de los días.
