Según informa La Vanguardia en su edición de hoy, expertos del Ministerio de Sanidad, especializados en numerosas disciplinas, en el que participan también expertos de las comunidades autónomas, trabaja desde hace semanas en las distintas opciones de cara a la siguiente fase, la de transición o de desescalada del confinamiento. O lo que es lo mismo, esa vuelta a la vida social de los ciudadanos.
Fernando Simón, ha ido expresando algunas medidas, que empiezan a estar claras, independientemente de cuándo se lleven a efecto. La clave está en el distanciamiento social, es decir, que se pueda garantizar que entre las personas haya como mínimo un metro de distancia. Las mascarillas de niños y adultos formarán parte del atuendo.
El confinamiento parece que durará hasta el 11 de mayo. A partir de esa fecha, se podrá salir a la calle de manera gradual. Los niños, durante un corto espacio de tiempo, los trabajadores de actividades no esenciales, como hasta ahora, mientras que el teletrabajo se impone, pero podrán salir de manera individual a hacer deporte. Los que lo tienen más complicado son las personas mayores de 70 años, que tendrán que permanecer en su hogar hasta al menos el verano. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, llegó a decir hace unos días que las personas mayores deberían permanecer confinadas hasta final de año.
Este verano no habrá actos multitudinarios culturales ni deportivos, y a la playa, si no hay mucha gente
Los expertos tanto españoles creen que existen muy pocas posibilidades de que los colegios e institutos abran este curso. La ministra de Educación, Isabel Celaá, querría que al menos lo hicieran los últimos quince días de junio para que profesores y alumnos tuvieran un contacto antes de septiembre.
Pero parece difícil porque los alumnos deberían entrar de manera de manera gradual a los centros y dividir la ocupación de las clases a la mitad. Esto obligaría a abrir el centro por la mañana y por la tarde, generando unos problemas de organización enormes para unas infraestructuras no preparadas para esta nueva manera de organización.
En cuanto a la actividad comercial, la vuelta será también gradual. Se permitirá abrir siempre y cuando se pueda garantizar la distancia social establecida y se realice una desinfección constante del establecimiento. Los supermercados y los centros comerciales seguirán la norma de reducción del aforo actual.
Los bares y restaurantes, deberán reducir como mínimo a la mitad su aforo. Lo mismo ocurre con los cines o las salas de teatro.
En lo que sí hay consenso entre los expertos es que este verano no habrá actos multitudinarios. Nada de festivales culturales ni espectáculos deportivos. El objetivo es que no haya grandes aglomeraciones en ningún lugar, ni siquiera en la playa o en las fiestas patronales, porque en el caso de rebrotes es muy difícil controlar las infecciones y sus contactos.
En algo en lo que coinciden los expertos es que el fin del confinamiento debe hacerse de una manera lenta y distanciando en el tiempo una medida de otra, con el fin de que si se comprueba que algo no ha funcionado se puede dar un paso atrás de nuevo para evitar la expansión del virus. ¿Hasta cuándo seguir estas normas? La respuesta es unánime: hasta que haya vacuna.