Miembros de la Asociación Cetácea observaron y filmaron el pasado fin de semana frente a las costas del Garraf un ejemplar de unos 2,5 metros de largo de tiburón mako (Isurus oxyrinchus), una especie difícil de avistar en esta zona del Mediterráneo, donde está considerado en peligro de extinción.
La Asociación Cetécea considera el avistamiento como «sorprendente» y recuerda tanto las amenazas para esta especie como la necesidad de adoptar medidas para su protección. «Se trataba nada menos que de un marrajo de unos 2,5 metros de largo, que nadaba tranquilamente por la superficie, lejos de la costa, en aguas del Garraf», detallan los observadores. «Como curiosidad, se trata del tiburón más rápido del mundo, pudiendo llegar a los 70 km/h. Puede alcanzar los 4,5 m de largo y se alimenta principalmente de peces de alta mar».