Las lluvias y las nevadas de este fin de semana han devuelto la alegría a los rios, y han teñido de un manto blanco el Pirineo por encima de los 1.000 metros.
En las cabeceras de los cursos fluviales del Pirineo Oriental, que bajaban estos últimos días prácticamente exhaustos de caudal han superado en algunos casos los 70 litros por m2, y en las cimas, los grosores de nieve nueva llegan casi al metro.
Una magnífica noticia, que ayudará a paliar la dura sequía, aunque no es la solución ni mucho menos al problema que se arrastra desde hace casi dos años.
Los pantanos que abastecen Barcelona y Girona, por el momento aun es muy pronto, para que noten una subida en su almacenamiento. Habrá que esperar unos días, y el deshielo para saber cual es la repercusión de esta tanda de lluvias y nieve.
El Rio Llobregat a su paso por Cornellà, El Prat y L’Hospitalet, ha aumentado el caudal, y el color marrón de los sedimentos arrastrados por el crecimiento de la fuerza de la corriente.
