La papelería Conesa , en la calle de Petritxol, cierra sus puertas después de 75 años en el barrio Gòtic. El establecimiento bajó la persiana el pasado sábado por la jubilación del propietario, Joaquim Conesa, la tercera generación de este negocio familiar.
«Es muy esclavo, este negocio, la gente no se hace cargo» , explicó en declaraciones al canal 324.cat Joaquim, que no tenía sin relevo generacional. Tenía que renegociar el alquiler del local próximamente, y me temía un considerable incremento en el precio.
El propietario de la papelería lamenta que «la gente de Barcelona ya no baja al centro , sólo en Navidad» y que «sólo hay turistas». Desde la pandemia notaron también el impacto del comercio electrónico .
La papelería Conesa se fundó en 1950 como una distribuidora de libros . A finales de los años 50, el hijo cogió el relevo y amplió el negocio haciendo estampas de santos y rosarios .
Poco a poco, se hicieron también impresiones de tarjetas de visita con máquinas artesanales, en una calle de Petritxol con poco comercio y por la que todavía pasaban coches.
La especialidad era el papel, en diferente opciones, de corte o manipulación, y se podían diseñar e imprimir según lo que quisiera el consumidor, cartas, tarjetas, etiquetas, catálogos, calendarios, postales…
El centro de Barcelona pierde otro establecimiento histórico.