Estos días se ha puesto en marcha la campaña intensiva de poda que se hace habitualmente en L’Hospitalet a partir de enero. Los trabajos, que se realizarán hasta abril, llegarán a más de 7.800 ejemplares ubicados en calles, plazas y jardines de todos los barrios de la ciudad. Una vez acabada la campaña, las tareas de poda continuarán durando todo el año, pero con menor intensidad.
La poda es la principal herramienta de mantenimiento del arbolado adulto y tiene como objetivo generar copas adaptadas al espacio disponible, pero al mismo tiempo permite el máximo desarrollo posible del árbol en función de la especie y la ubicación.
Las tareas de poda priorizarán las actuaciones en 1.556 árboles que causan molestias por su ubicación en fachadas y ventanas de edificios, que tapan el alumbrado público con las ramas y las hojas restando iluminación a la calle o que dificultan la visibilidad de la señalización de la vía pública. Este tipo de poda por interferencia se hace cada dos años, en vez de cada cuatro años, como se hacía anteriormente, un incremento que supone una mejora para la ciudadanía.
Se refuerzan las tareas de poda con tres equipos más, formados por jardineros especializados que cuentan para hacer su tarea con un camión de recogida de restos, plataformas elevadoras y diversas herramientas, como tijeras y motosierras. Los restos se trituran y se utilizan en los parterres de la ciudad, en una práctica de economía circular.
¿Qué tipos de poda hay?
Los trabajos de poda son una herramienta de mantenimiento y cuidado para acompañar el árbol en su desarrollo. Siguen el criterio profesional del equipo de verde urbano que hace una revisión periódica del estado de los árboles de la ciudad.
La poda se hace de forma individualizada en función de la especie, puerto y espacio disponible, con el fin de facilitar la máxima adaptación a su emplazamiento, ocasionar las mínimas molestias en el entorno y aumentar la longevidad de los árboles de la ciudad.
Las tareas de mantenimiento y cuidado del arbolado se diversifican en diferentes categorías según la etapa de desarrollo del árbol, el tipo de poda y la época del año.
Hay diferentes tipos de poda:
- Poda de formación. Se hace anualmente en las primeras etapas de crecimiento para favorecer un desarrollo correcto del ejemplar joven.
- Poda de espoleada y poda de reducción, que son actuaciones severas que consisten a eliminar más de un tercio de las ramas y se hacen anualmente en árboles envejecidos.
- Poda estética. Se hace cada año para dar forma a árboles ornamentales, como algunos ficus y algunos cipreses.
- Poda por interferencias, con el objetivo de evitar conflictos con el entorno (luces, señales, semáforos, fachadas, balcones …).
- Poda natural. Se hace una vez el árbol ha sobrepasado los cinco años de vida, para que crezca sano y robusto.
La poda, esencial para el mantenimiento del verde urbano
En los últimos años, tratando el árbol como bien a proteger, las directrices y tendencias con respecto a la poda se centran en dejar crecer el árbol sano y robusto, con bastante copa para proporcionar todos los beneficios que tienen que ver con la salud y la mitigación de los efectos del cambio climático, y obtener más cobertura verde en la ciudad. L’Hospitalet apuesta por una red de islas verdes y de corredores verdes interconectados con el objetivo de alcanzar el 20% de cobertura arbórea en la ciudad en el 2030.
Este aumento del verde urbano aporta numerosos beneficios. Por una parte, beneficios ambientales con una absorción de 3.000 toneladas de CO2 cada año, de 6.000 kg de partículas en suspensión inferiores a 2,6 micras y la intercepción de más de 275 millones de litros de agua de lluvia al año.
Los árboles mejoran la calidad del aire y reducen el efecto isla de calor y la polución acústica. Por otra parte, mejoran la salud de la ciudadanía, porque son un filtro de contaminantes atmosféricos, que causan diversas enfermedades cardiorrespiratorias o alergias, entre otros.
En L’Hospitalet, hay actualmente 37.000 árboles: unos 15.000; en calles, 21.000, en espacios verdes de gestión municipal y metropolitana, y 800, en equipamientos, como escuelas o centros deportivos, entre otros.
Los trabajos del ciclo anual de poda forman parte de las actuaciones incluidas en el Plan director del verde urbano de L’Hospitalet, el objetivo del cual es hacer la transición de los espacios verdes y el arbolado de la ciudad hacia un nuevo verde urbano biodiverso, saludable, sostenible, resiliente y adaptado al ecosistema urbano, que disponga de las mejores condiciones para su desarrollo y con capacidad de adaptación al cambio climático.