Collblanc. Es una palabra compuesta de origen medieval, que hace referencia al lugar por donde pasa la carretera, el cual se puede considerar un montículo entre las pendientes de la sierra de Collserola y los surcos de las rieras, y al color blanquecino, blanco, de los materiales
geológicos.
Las palabras latinas originarias para la zona eran Terrarios Albos (que ya aparece el 986) o Terruños Blancos (siglos X y XI). La zona se ubica en la parte inferior de Petras Albas o piedras blancas (Pedralbes), bajando hacia el llano, al límite de Sants y L’Hospitalet. Estos topónimos dieron al actual nombre
del barrio de Collblanc, así como al nombre de la Riera Blanca.
1. La calle
Esta carretera fue construida en la década de 1760 (entre 1763 y 1765) y a su paso por L’Hospitalet, aprovechaba el trazado del antiguo camino de Barcelona a Esplugues. Era la carretera de Madrid a Barcelona que mandó construir Carlos III y que enlazaba con Francia a través de la Jonquera.
El año 1763, con ocasión de construirse la carretera de Madrid, el Ayuntamiento expropió los terrenos ante un antiguo hostal, la ubicación del cual es imprecisa, pero es muy probable que estuviera cerca de donde actualmente se cruzan la calle del Progres con la carretera de Collblanc.
Durante el siglo XVIII, la carretera discurría entre campos de cereales y viñas, masías y caserones, entre los cuales destacan dos grandes villas neoclásicas rodeadas de jardines y dependencias anexas, situadas en el tramo de la carretera que con el paso del tiempo pasaría a formar parte del barrio de
Pubilla Casas.
2. Carretera de Collblanc, lugar de veraneo
Eran villas de veraneo de propietarios y de propietarios barceloneses que regentaban fincas extensas.
Por un lado, la mansión de la pubilla que daría nombre en el barrio, Josefa Casas y Clavell, inaugurada en 1772 cerca de la actual calle de la Antigua Travesía y, de la otra, a una distancia relativamente próxima, antes de cruzar el torrente Gornal, la mansión de otra heredera, Lluïsa Francesca de
Rigalt, conocida como can Rigal, que fue reconstruida en la década de 1750, inspirándose en el estilo del genial arquitecto italiano Andrea Palladio.
La casa, que era el centro de una gran explotación agraria, se convirtió en un magnífico edificio de tres plantas, capilla y anexos, con aperturas a los cuatro vientos y jardines de estilo versallesco
con lagos y cascadas. Es uno de los ejemplos más importantes de arquitectura neoclásica catalana.
Para el descanso de los viajeros, al otro lado de la carretera, los propietarios hicieron
construir unos bancos y una fuente rematada con un original reloj de sol en forma de esfera, todo de piedra. El reloj ha sido expuesto en el patio del Museu de L’Hospitalet.
La mansión de can Rigal continuó habitada a pesar del intenso deterioramento que sufrió. Consta como último masover Gerardo Piera
Desde finales del siglo XIX y durante el primer tercio del siglo XX, en el marco de las siempre presentes consecuencias derivadas de la vecindad con Barcelona, las bóbilas y otras industrias fueron reduciendo el cultivo de los campos de ambos lados de la carretera. Los cultivos estuvieron intensamente
afectados a finales del siglo xix por la crisis de la filoxera el periodo en que se inició el proceso urbanizador.
3. Se crea el barrio de Pubilla Cases como ciudad jardín
A inicios del SXX fueron los años que, al lado de la carretera, se creó como tal el barrio de Pubilla Casas, en el entorno del proyecto de Ciudad Jardín que el arquitecto municipal Ramon Puig y Gairalt incluía en su Plan de ensanche de 1926, aprobado el 1928.
El eje de la urbanización planificada se centró a la finca de la pubilla Casas, en los terrenos de la cual a partir de1926 se llevó a cabo, a pesar de que de forma incompleta, aquel proyecto de ciudad jardín, lo cual explica que en 1930 el tramo de carretera del barrio de Pubilla Casas tuviera una parada de la compañía de autobuses La Santjustenca.
4. FECSA compra los terrenos y construye sus instalaciones, por 300.000 pts (1.800 euros)
A pie de la carretera, hoy se encuentra el centro de las instalaciones eléctricas de la zona, construido en la década de 1910 en un extremo de la propiedad de can Rigal que, por 300.000 pesetas, la futura Fecsa compró a lo largo de la carretera. No seria, aun así, hasta dos décadas después de que esta finca, de la cual en el siglo XIX ya se había segregado el terreno para el cementerio de Sants, vio una gran reducción de los límites, a raíz de la prolongación de la avenida de la Diagonal.
5. Inauguración avenida Isabel la Católica y estación del metro de Pubilla Cases
El 1957 se inauguraba oficialmente la avenida de Isabel la Católica, que se convirtió en el principal acceso a la carretera desde el resto del municipio, a través de la que había sido la avenida de las Palmeras (veáis avenida de Josep Molins), que desemboca ante el edificio de la Fecsa. La inauguración de la estación de metro de Pubilla Casas fue en 1973.
6. Los burots y una balla corredera que separaba Barcelona de L’Hospitalet
También en la frontera municipal con Sants y a ambos lados de este vial, tocando en la actual calle de la Riera Blanca, había los burots, que hacían de recaudadores de impuestos de las mercancías que entraban en el municipio y que se mantuvieron hasta el año 1962. Un gran puente de piedra salvaba el paso de las aguas de la riera Blanca y hacía de deslinde entre los términos del L’Hospitalet y de Barcelona. En la entrada de este último había una gran valla corredora que alcanzaba la anchura de la carretera.
Es interesante poner de manifiesto que el 26 de agosto de 1978, en el tramo de carretera ante la mansión de la Pubilla Casas, que ya era el actual colegio religioso Sant Josep Obrero, la coordinadora de las entidades deportivas de Pubilla Casas consiguió inaugurar el campo de fútbol y los vestuarios
para los equipos de aficionados de la zona que se habían quedado sin, desde que los bloques de viviendas habían eliminado los de la parte sur del barrio (veáis plaza de Federico García Lorca).
7. Campo de futbol del Pubilla Casas
Se trataba de parte del espacio baldío a la banda alta de la carretera que había acogido el entoldado de las fiestas mayores oficiales y que ya era también el lugar de celebración de las primeras
fiestas mayores populares del barrio organizadas por las entidades. La configuración de la llamada Puerta Norte del Hospi talet, dentro del marco del proyecto L’Hospitalet 2010, representa
una total remodelación de los tramos de la carretera semiurbanitzats o urbanizados de antiguo, cambios de los cuales ya fue un antecedente la inauguración, a inicios de los años 1990, del Polideportivo el Hospitalet Norte. Así mismo, el 2004 se inauguró el Trambaix, el nuevo tranvía que transita a lo largo del tramo de la carretera y que amplía la comunicación de Pubilla Casas con la ciudad de Barcelona y el Baix Llobregat. FUENTE TEXTO: NOMENCLATOR DE L’HOSPITALET