18/07/2024

Descobrim Can Mercader y la Torre de la Miranda a Cornellà: que uso tenía la torre y quien vivía en el palacio

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TORRE MIRANDA-CAN MERCADER
04/09/2023

El parc de Can Mercader, es hoy en día, a pesar que la sequía no ha permitido mantener los bonitos parterres de hierba, un gran pulmón para Cornellà y también para L’Hospitalet.

Otra de las singularidades que tiene el parque, es el ‘trenet’, que circula los domingos, y que es un deleite para los más pequeños y los mayores.

Los terrenos en los que se ubica el parque, fueron habitados desde la Edad Media, donde existió un masía conocida como Oriol de l’Empedrat.

Igual que otras zonas rurales del Baix Llobregat fueron adquiridos por una familia de la nobleza catalana para construir su finca de recreo.

La familia Sadurní en 1748 compró la masía junto con las 48 hectáreas de campos que la rodeaban. María Sadurní se casó con Felipe Mercader, pasando la posesión a manos de esta última familia. Como veremos uno de sus descendientes se trasladó allí a vivir y construyó los jardines.

Joaquín Mercader y Belloch (1824-1904), hijo de Ramón Mercader y María Mercedes Belloch, conde de Belloch, fue arqueólogo y propietario del Museo zoológico conde de Belloch fundado por su padre. La colección arqueológica la guardaba en su casa del Paseo de Gracia en Barcelona.

Hacia 1865 construyó el palacio que hoy se conserva, el de Can Mercader. El autor del proyecto fue el arquitecto José Domínguez y Valls. La fachada es simétrica, con un balcón central y el escudo familiar. Los adornos son sencillos, cornisas sobre las ventanas, un dentellón en el cuerpo superior y almenas.

El edificio está situado al final del Paseo dels Plataners, al que se accede desde la Carretera de L’Hospitalet. A su alrededor se organiza todo el parque, los caminos, las terrazas del jardín.

Arnau Mercader (1852-1932), hijo y heredero de Joaquín, fue un hombre, igual que su padre, muy culto, aficionado a la meteorología, astronomía y temas culturales en general. Hacia 1900 reformó el palacio y allí trasladó la residencia familiar.

Además mandó construir en la parte más alta de la posesión la hoy llamada Torre de la Miranda con el fin de que sirviera de mirador de las aves migratorias y como observatorio astronómico.

La torre es de planta hexagonal, tiene 3 metros de lado y 27 de altura. Es de estilo ecléctico, con elementos neomudéjares que le dan un aspecto medieval, igual que el palacio.

Desde 1975 Can Mercader es propiedad del Ayuntamiento del municipio. En 1995, tras varios procesos de restauración, el Palacio se convirtió en museo municipal, el Museu Palau Mercader de Cornellà de Llobregat.