El Rio Llobregat es un curso fluvial que desde que nace en Castellar de N’hug, en el pirineo oriental de Catalunya, entre Girona y Barcelona, se le exprime hasta la última gota.
Ya sea para suministrar agua potable a la población, (media Catalunya bebe de sus aguas), para mover turbinas de la industria, para regar campos y frutales, o para el ocio, el rio Llobregat mansamente cumple con todo lo que le pedimos.
Le exigimos una sobreexplotación, que gracias a una mayor conciencia de conservación de la naturaleza, en los últimos años se han realizado inversiones, para revertir este nivel de exigencia, en mejoras en la calidad ambiental, no solo de sus aguas, si no también de sus riberas.
El rio baja prácticamente en línea recta desde la comarca del Berguedà, donde nace, transcurre, por el Bages, y alcanza el Baix Llobregat, desembocando en el Mediterráneo en la antigua playa de L’Hospitalet, y la actual del Prat.
Los espacios alrededor del rio, tanto en el Prat, como en Cornellà, Sant Boi y L’Hospitalet, son muy concurridos especialmente los fines de semana, de familias que quieren disfrutar de la naturaleza a poca distancia de sus casas.
Corriendo, en bicicleta, y paseando, los caminos se llenan de personas de todas las edades que quieren ejercitar los músculos y tonificar el cuerpo.
Pero además para los amantes al deporte del ‘Golf’, hay un campo construido por aficionados a esta disciplina, que tienen constituida una entidad en el Prat de Llobregat, que los agrupa, y que con el esfuerzo voluntario, mantienen el espacio, con la hierba cortada, los agujeros, y los palos con los banderines de señalización colocados, para que así el que quiera pueda jugar.
Alguno de sus miembros trabajó de joven en el antiguo campo de Golf del Prat, y allí se aficionó.
No es necesario reservar, ni pagar nada
Los miembros de la asociación cortan ellos mismos la hierba con una máquina que transportan hasta el lugar, que se encuentra en el término municipal del Prat, en la ribera contraria a la de L’Hospitalet.
La hierba que ellos no siegan, lo hacen las cabras y las ovejas de los rebaños que recorren y pueblan el Delta del Llobregat.