Desde la primera semana de mayo, y hasta este pasado fin de semana hemos disfrutado de un recital de tormentas en todo el territorio catalán que han mejorado notablemente las reservas de los embalses, y el caudal de los cursos de los ríos.
Ahora bien a partir de esa semana las lluvias y la inestabilidad tienen las horas contadas. Para este martes se espera un aumento de las temperaturas, además de la presencia de polvo en suspensión a causa de los vientos provenientes del sur de la Península y del norte de África.
Con esta entrada de viento de sur permitirá que el calor se intensifique. Las temperaturas máximas rondarán los valores más elevados de lo que llevamos año, entre los 35 y 37 ºC .
El bochorno se dejará sentir en la costa sobre todo a partir de media tarde, cuando la marinada afloje la intensidad.
El miércoles todavía tendremos algunos chubascos en el oeste del país, en la plana de Lleida, pero la tendencia es avanzar hacia la estabilidad total durante la segunda mitad de semana, sin ver ninguna amenaza de precipitaciones.
Por la verbena de Sant Joan, se producirá un aumento considerable de la temperatura, y también a lo largo de todo el fin de semana.
