Hace apenas un par de semanas nada hacía pensar que nada más comenzar el otoño pudiésemos ver las primeras nieves en los Pirineos. Un verano hipercaluroso, que ha roto todos los récords de temperaturas en la península y Catalunya, no presagiaba un inicio de otoño fresco. Hacía días que la previsión meteorológica advertía que podríamos ver bajar la cota de nieve hasta los 2.300 metros durante estos días y parece que los modelos han acertado.
Una borrasca atlántica llegada desde el norte de Europa acompañada de una bajada de temperaturas en altura, ha permitido que se vean las primeras nevadas del otoño de 2023, según ha adelantado el digital especializado en deportes de invierno, nevasport.com. Durante la madrugada del sábado al domingo se han visto nevadas que han cuajado a alturas de 2.300 metros aunque las cotas han subido rápidamente hasta los 3.000.
Las primeras nieves del otoño han caído débilmente en las últimas horas en la Vall d’Aran por encima de los 2.200 metros, en el Pirineo catalán, donde no nevaba desde el 26 de mayo, hace 121 días, y también en las cotas altas del Principat d’Andorra.
El Servicio de Meteorología de Catalunya ha informado este domingo de que las precipitaciones de ayer en la zona estuvieron acompañadas de una bajada de temperatura, lo que generó la primera nevada en el Pirineo en cotas altas.
