Durante la mañana de este martes, una excavadora ha comenzado a derribar el emblemático Aquarama del Zoo de Barcelona la que fuera la casa de la orca Ulisses hasta el año 1994 y que estaba en desuso desde 2015, dejando inutilizado un valioso espacio para el recinto barcelonés. La demolición del Aquarama durará cuatro meses y no habrá ningún rastro de el en noviembre, una instalación que fue el hogar de los delfines del Zoo durante 47 años, de 1968 a 2015. Los trabajos de retirada costarán cerca de 365.000 euros.
En el derribo de las instalaciones se usará una cizalla con el objetivo de que los animales del recinto no sufran molestias por estos trabajos, tanto a nivel de ruidos como de vibraciones. La cizalla retirará los fragmentos de hormigón en lugar de hacerlo con la habitual máquina neumática, más ruidosa.
El enorme hueco que dejará la demolición dará paso a una nueva etapa de modernización del Zoo, ya que convertirá el antiguo Aquarama en 3.500 metros cuadrados dedicados a un refugio para todos aquellos animales que se hayan de realojar temporalmente para reformar sus instalaciones. La reserva empezará a tomar forma en otoño del año que viene para quedar lista en verano de 2024 y su construcción está presupuestada en 800.000 euros.
Tendrá cinco patios exteriores, que serán visibles para los visitantes, y tres dormitorios. Todos ellos adaptables a las necesidades de la especie animal que acoja en cada momento. Contará con elementos que recuerden a sus moradores sus propios hábitats, como rocas, troncos, zonas de sombra y áreas climatizadas, así como con vegetación.
En desuso desde 2015
Realmente, el desmontaje del Aquarama comenzó hace un mes, ha explicado este martes el director del Zoo, Sito Alarcón. Y el refugio animal se pondrá en marcha en verano de 2024
