Muchas mascotas viven la verbena de Sant Joan con angustia por el miedo de los petardos, sobre todo perros y gatos que viven en núcleos muy poblados. La agudeza de su oído, más potente que la de los humanos, podría explicar esta hipersensibilidad de los animales a determinados sonidos.
La mayoría están inquietos y es habitual verlos temblar o llorar. Es una angustia que comparte la gente que tiene mucha sensibilidad a los sonidos fuertes y repentinos, como, por ejemplo, las personas con trastornos del espectro autista.
Qué podemos hacer para intentar calmar los animales
Más allá de los tranquilizantes que recetan los veterinarios, estos son algunos consejos a tener en cuenta.
1.Llevarlos atados por la calle para evitar que un petardo fuerte los haga salir disparados y tengan un accidente, como que los atropellen, o se escapen, pero mejor con la cuerda larga para darles libertado.
2.Evitar que se estén en balcones o terrazas desde donde puedan saltar.
3.Si encuentran un lugar en casa donde esconderse, como por ejemplo bajo la cama, una mesa o en el lavabo, se les tiene que respetar y llevarlos su lecho y el agua.
4.Se pueden minimizar los ruidos bajando persianas y cerrando ventanas o puertas, y se les puede poner música relajante.
5.También es importante acostumbrar a los perros de forma progresiva a sonidos estridentes y a tormentas.
6.Si el miedo del animal es muy grande, la medida tiene que ser más radical. Se recomienda, si es posible, irse a un lugar donde no se echen petardos.