El hombre de 21 años detenido ayer en Igualada acusado de la brutal agresión sufrida por una menor el pasado 1 de noviembre en la capital de la Anoia fue denunciado por su propia madre después de que su hermana de siete años explicara en su casa que abusaba sexualmente de ella, según ha avanzado La Vanguardia.
“No tiene principios, ni moral”, sentenció anoche a La Vanguardia un responsable policial, en referencia al detenido. Además de esa primera denuncia de su propia madre, una pareja anterior le denunció por malos tratos. Ni la madre, ni esa pareja, ni la última joven con la que el detenido mantuvo una relación sentimental hasta hace poco querían saber nada del individuo, que apenas se relacionaba con vecinos de Igualada.
El sospechoso se trasladó a la capital de la Anoia después de que su madre lo echara de casa y le advirtiera de que no quería volver a verle “jamás”. A esa casa llegó desde Bolivia acogiéndose a la reagrupación familiar. En Igualada alquiló primero una habitación en el segundo piso del número 13 de la calle Sant Sebastià. El inmueble lo compartía con un señor y una joven que se mudaron recientemente dejándole solo en la vivienda. Trabajaba de repartidor con una furgoneta que algunos vecinos aseguraron haber visto muchas veces estacionada en esa misma calle.