Un joven mayor de edad ha sido condenado a un año de cárcel, una multa de 1.080 euros, a indemnizar con 1.786 euros a la compañía del Metro de Barcelona y a no poder acceder al suburbano barcelonés durante un año por haber pintado grafitis en dos vagones de un convoy.
Según la sentencia dictada por el juzgado de lo penal número 18 de Barcelona, los hechos sucedieron sobre las 21:16 horas del 10 de agosto del año pasado, en plena pandemia, cuando el acusado y otros tres jóvenes no identificados accedieron a la estación de Metro de la plaza del Centre, en la línea 3, y pintaron dos vagones cuando estaban parados en la estación.
El juez entiende que hubo un «propósito de menoscabar el patrimonio ajeno» y que con los aerosoles que utilizaron para las pintadas, con componente ácido, dañaron la pintura y provocaron corrosión en las gomas de las ventanas y puertas del convoy, por lo que condena al acusado por un delito de daños.
El condenado, que reconoció los hechos, ha aceptado de conformidad la sentencia al rebajar el fiscal su petición inicial de 18 meses de cárcel y la acusación la suya, que era de dos años de prisión, con lo que el fallo ya es firme.