19/07/2024

La caída de la violenta banda latina de los «Blood»

Su líder ordenó un asesinato en el año 2009 en L’Hospitalet

Guardia Civil Portada
25/10/2021

La Guardia Civil, en la denominada operación LAYA, detuvo la semana pasada a 13 personas de la banda criminal BLOOD en diversas localidades del País Vasco, Madrid y Barcelona. Entre los detenidos, se encontraban los dirigentes a nivel nacional de la banda, que están siendo investigados por los delitos de pertenencia a organización criminal, asesinato en grado de tentativa, diversos delitos contra las personas, contra la salud pública y tenencia ilícita de armas prohibidas, entre otros. Unos «perlas» vamos. Las autoridades judiciales decretaron el ingreso en prisión preventiva de 11 de estos detenidos.

Hay que remontarse a doce años atrás para poder tener una perspectiva más clara de lo que son este tipo de bandas. En el 17 de septiembre de 2009, en el Parque de la Marquesa, en el barrio de Collblanc, de L’Hospitalet, un joven Daniel Jefrey Martínez se encuentra junto a su novia, tan tranquilo, no sospechaba lo que iba a ocurrir, cuando un menor de edad se le acerca y sin mediar palabra le dispara en el pecho antes de salir huyendo gracias a la ayuda de otro individuo subido en una moto.

El líder de la banda latina de los Blood, había ordenado el crimen después de que la víctima hubiese mostrado su deseo de abandonar la organización, estaba arrepentido. Arrepentirse es sentenciarse, no hay perdón para los que quieren salir del grupo. La sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Barcelona, condenó al jefe de los Blood a 17 años de prisión por asesinato con alevosía. Pena que no se ha cumplido en su totalidad.

Doce años después, este pasado mes de septiembre, el condenado, gracias al tercer grado que disfrutaba en prisión, tenía un pie en la calle, ya estaba casi fuera de la prisión, y pretendía que la historia se volviese a repetir. Desde la cúspide de la violenta banda latina asentada en Catalunya habría ordenado cometer otro asesinato. De nuevo, mandó a su lugarteniente en Madrid a que ejecutase a un varón sin estar claro, hasta el momento, las razones.

La Guardia Civil, seguía los pasos muy de ceca de este criminal y el de sus compinches, y evitaron un nuevo crimen. La Operación Laya, se tuvo que ejecutar antes de lo previsto para impedir el asesinato. Por el momento hay 13 personas detenidas en el País Vasco, Madrid y Barcelona dando por desarticulada, según los agentes, la cúpula y los bloques más importantes de la organización.

Durante los meses de investigación se pudo precisar que los grupos de la banda asentados en varias provincias del norte de España (Álava, Guipúzcoa, Navarra y La Rioja) constituían el Bloque del Norte de la banda, dirigidos desde la localidad guipuzcoana de Irún.

Se constató la existencia de varios bloques en Madrid y Barcelona, con mayor peso en la organización que los anteriores; quedando acreditado finalmente que el liderazgo de toda la organización recaía sobre miembros del bloque establecido en Barcelona cuyo líder dirigía la estrategia y actividades de la banda criminal a nivel nacional.

Se pudo comprobar como esta banda de carácter criminal operaba en gran parte del territorio español, quedando acreditada su relación con la delincuencia común, empleando para ello métodos sumamente violentos entre los que destacan robos con violencia y agresiones muy graves, e incluso intentos de asesinato.

Muestra de lo anterior, los investigadores constataron como estos individuos habrían provocado presuntamente, enfrentamientos violentos contra miembros de otras bandas rivales asentadas en sus zonas geográficas, con el fin de vengar reyertas anteriores y por el control territorial. En estos enfrentamientos, llevados a cabo en parques urbanos y áreas de uso público, se hacía uso de machetes de grandes dimensiones con resultado de graves lesiones, participando un gran número de individuos.

En la mayoría de estos grupos, un elevado número de componentes de base son captados entre menores de edad, quienes habitualmente tienen una posición jerárquica de menor peso y son inducidos por los miembros de mayor rango a abandonar sus domicilios familiares y cometer actividades ilícitas como medio de financiación y de alcanzar un status de poder para la banda.

La explotación de la investigación se ha dividió en cuatro fases, diferenciadas según los bloques en los que se estructuraba la organización criminal. Ésta tuvo que precipitarse al tener conocimiento los investigadores, de la inminente comisión de un asesinato encargado desde la dirección de la banda a varios miembros ubicados en Madrid. Dadas las circunstancias, se estableció un importante dispositivo destinado a localizar a la presunta víctima para salvaguardar su integridad física, así como a los potenciales agresores, los cuales pudieron ser interceptados y detenidos en la capital.

Junto con la detención de los integrantes de la organización, se han llevado a cabo varios registros en diversas localidades de Madrid, Barcelona, Álava y Guipúzcoa, en los que se ha intervenido documentación, armas simuladas, armas blancas, una importante cantidad de sustancias estupefacientes y numerosos dispositivos electrónicos de almacenamiento de información que serán analizados por especialistas en este ámbito.

A todo lo anterior habría que sumar el trabajo de cooperación internacional llevado a cabo entre la Guardia Civil y la Policía Nacional Francesa, que tuvo su reflejo con la detención el pasado de mes de agosto, de un miembro del Bloque del Norte de BLOOD en San Juan de Luz (Francia), como presunto autor de un homicidio en grado de tentativa cometido en dicha localidad francesa.