El proyecto del «Bicivia», que transcurre por la carretera de Collblanc, y que ha culminado este mes de septiembre con la pacificación de la misma carretera de Collblanc, a lo largo de los municipios de Esplugues, L’Hospitalet y Barcelona, ha desembocado en una confrontación entre el Ayuntamiento de Barcelona, a través del Distrito de Les Corts y el área Metropolitana de Barcelona, que ha sido la impulsora de las obras. Está siendo una obra polémica.
La implantación del último tramo del Bicivia, de un carril bus/bici de sentido único, afecta de pleno la travessera de les Corts, en el tramo comprendido entre las calles de Llobregat y de la Riera Blanca, en el término municipal de L’Hospitalet. Los atascos de tráfico son constantes, según han denunciado los vecinos, tanto de Barcelona como de L’Hospitalet. La respuesta del concejal de Barcelona es clara: se trata de un ejemplo “típico mala vecindad entre municipios metropolitanos”, según ha calificado Joan Ramón Riera, y ha recogido BETEVÉ.
El concejal barcelonés asegura que la implementación de este último tramo del Bicivia “les ha cogido a contrapié” y añade que “cada agente implicado ha pensado en sus intereses” e el momento de pacificar calles, en referencia en los ayuntamientos de Esplugues y de L’Hospitalet de Llobregat.
Preguntado sobre si el proyecto se ha hecho de manera descoordinada, Riera asegura que lo que hace falta ahora es “hacer reuniones“, sentarse con L’Hospitalet, Esplugues y el distrito de Sants-Montjuic para buscar soluciones que funcionen bien para toda esta gran zona pacificada, que alcanza 3,1 km.
Barcelona por su parte prepara la pacificación de la avenida de Madrid, que afectará drásticamente a las conexiones entre L’Hospitalet y Barcelona. Los colapsos de tráfico garantizados.
