Los vecinos que viven en los chalets que están repartidos en pleno corazón del parque natural del Garraf, disfrutan de una ubicación privilegiada, a la vez que tienen una visión panorámica sobre el mar. Tras la visión idílica de la naturaleza, se esconde el vertedero de Vall d’en Joan, que durante décadas fue destino de toneladas de basura generada en la capital catalana y el área metropolitana de Barcelona. Está clausurado desde hace 15 años. Ya no se utiliza.
La urbanización Plana Novella pertenece al municipio de Olivella. A 300 metros de altura, parece cumplir todos los requisitos para reivindicarse como zona de sosiego y aire puro.
Pero no todo es calma y tranquilidad. Las toneladas de basura que hay acumuladas en el cercano vertedero del Garraf han activado los temores vecinales desde que percibieron varios temblores de tierra. Sucedió entre el 10 y el 14 de mayo. Aunque desde entonces no se ha reproducido, asociaciones de la zona sospechan que el origen de los temblores es el antiguo vertedero de la Vall d’en Joan, también situado en la zona, en este caso entre los términos municipales de Gavà y Begues.
La acumulación de gases tóxicos que almacena el subsuelo del macizo, según los vecinos, son la causa de los latigazos sísmicos registrados en las últimas semanas. El más notorio fue el del día 11 de mayo, y se percibió también desde municipios más alejados, como Olivella y Begues. Fue poco después de las cuatro de la tarde.
Según los especialistas, lo que se cuece debajo del vertedero no es un problema menor. “Que nadie piense que esto afecta solo al subsuelo, estos gases salen a la superficie y, si se dan unas condiciones atmosféricas determinadas, las corrientes llevan estas bolsas de aire contaminado sobre núcleos habitados, como Castelldefels y Gavà”.
