Las terrazas que con motivo de la pandemia han ganado espacio a los coches en Barcelona, para paliar la restricción de los aforos, han venido para quedarse, y se consolidan. A partir de ahora, lo harán con un diseño homologado que desplazará los bloques de hormigón, los llamados «New Jersey».
A un año, los establecimientos que quieran mantener las terrazas tendrán que instalar una plataforma nueva. El diseño definitivo saldrá de unos prototipos que se han empezado a instalar en la ciudad condal en fase de pruebas. Los diseños son modulares y adaptables al número de mesas y sillas de cada licencia, accesibles, elaborados con «microhormigón», madera tratada o materiales de piedra, y se colocarán de manera prioritaria ante los establecimientos.
A partir de ahora serán evaluados por una comisión integrada por técnicos en ecología urbana, el Gremio, Fomento de las Artes y el Diseño (FAD) y usuarios con el objetivo de elegir uno de los proyectos presentados.
Los restauradores que han sustituido los bloques de hormigón por otras estructuras también podrán proponer al ayuntamiento que homologue su modelo.
El coste, que todavía no se ha hecho público, lo tendrán que asumir los restauradores, para los cuales el Ayuntamiento ha habilitado una línea de ayudas dotada con dos millones de euros. Esta subvención, que previsiblemente cubrirá entre el 50 y el 60%, se podrá solicitar a partir de finales de julio y se cobrará como muy tarde el enero del 2022.
