19/07/2024

Que significado tiene regalar una rosa roja por Sant Jordi

.

Roses
24/04/2021

La leyenda de Sant Jordi, explica que después de un combate encarnizado del caballero y el dragón, la bestia cayó atravesada por el hierro afilado y que de las gotas de sangre que llegaban al suelo nació un rosal que florecía con profusión cada mes de abril. Esta es la explicación que la tradición oral da a la costumbre de regalar rosas por la fiesta de Sant Jordi, el 23 de abril.

Sabemos que la tradición de obsequiar con rosas a las enamoradas viene de lejos. El vínculo de Sant Jordi con el mundo de la caballería y el amor cortés puede haber sido el germen de la tradición. También sabemos que en el siglo XV se celebraba en Barcelona la llamada Feria de los Enamorados y que alrededor del Palau de la Generalitat se instalaban vendedores de esta flor. Al mismo tiempo, ya era costumbre de obsequiar con una rosa las mujeres que asistían a la eucaristía oficiada en la capilla de Sant Jordi en el Palau. Y, finalmente, hay quién dice que la costumbre de regalar rosas tiene raíces romanas, concretamente de las fiestas en honor de la diosa Flora, que más tarde fueron cristianizadas.

En el universo simbólico, la rosa de color rojo, color de la pasión, es la flor del amor femenino, mientras que el clavel es reservado al amor masculino. El adorno de la rosa, por Sant Jordi, también es bastante curioso y se mezclan elementos de procedencias distintas. Por un lado, el amor femenino representado por la rosa de pétalos rojos, aterciopelados y frágiles, y a veces acompañada de una espiga que representa la fecundidad, suscita una interpretación muy antigua de las semillas de cereal. Pero también hay quién hace una lectura más prosaica y lo relaciona con la llegada del buen tiempo . Por otra banda, la flor de San Jorge también suele ir guarnida con elementos que evocan catalanidad, como por ejemplo lazos o cintas con la señera, que recuerdan el contenido reivindicativo de la fiesta.

Actualmente las floristerías, las esquinas, las avenidas, las calles, las plazas… se convierten en puntos de venta y distribución de miles y miles de rosas que son regaladas a las estimadas y a los estimados, tal como marca la tradición, pero también a amigos, amigas, padres, madres, compañeros de trabajo, clientes, etc. Porque esta flor ha ultrapasado el significado originario del amor y ha acontecido también un obsequio de cortesía y de amistad. Cómo veis, la rosa ha acontecido la protagonista de la fiesta, hasta el punto que la producción nacional no alcanza la demanda, de forma que se tiene que recurrir a la importación desde otros lugares del mundo muy lejanos.