La caída en pocos días de establecimientos históricos como Cal Pinxo en la Barceloneta o el Senyor Parellada en el Born, ahora se suma el cierre de dos restaurantes históricos más: el Agut de la calle de Gignàs y de Can Soteras, con 105 años de historia en el paseo de Sant Joan. El sector de la restauración lleva más de cinco meses en horarios de pura supervivencia, al límite.
Empresarios, cocineros, camareros, proveedores y otras tareas relacionadas, ven su trabajo al límite de la resistencia económica por las largas restricciones vinculadas a la pandemia.
Cal Pinxo de la calle de Baluard, en la Barceloneta acaba de bajar el telón tras 60 años de recetas marineras. La falta de turistas en Barcelona, y especialmente en el barrio de la Barceloneta, les ha clavado una estocada de muerte. Con una magnífica terraza en pleno paseo marítimo de Barcelona no ha podido evitar el cierre.
En la calle de Gignàs, el Agut , inaugurado en el año1924, por cuyos salones han desfilado tantas generaciones, llevaba semanas cerrado, ahora tras haber liquidado a sus trabajadores se despide definitivamente.
Otro restaurante histórico del Eixample barcelonés, también baja la persiana: Can Soteras, las complicaciones con su contrato de alquiler, sumado a la crisis económica del COVID, han obligado a hacerle bajar la persiana.
En el caso del Senyor Parellada, en la calle Argentería, cerca de la catedral de Santa Maria del Mar, Ramon Parellada, continuará trabajando en la Fonda Europa de Granollers, con su hija. El histórico local de Barcelona ha sido adquirido por un grupo inversor francés.
