El Ayuntamiento de Barcelona quiere prohibir el tabaco en las playas de la ciudad. Este verano empezará una prueba piloto, en las playas de San Miquel, el Somorrostro, la Nova Icaria y la Nova Mar Bella.
El objetivo, según han explicado desde el consistorio, es “preservar la salud de la ciudadanía con especial énfasis en la población más vulnerable, pero también preservar el espacio público como lugar de convivencia y proteger el medio ambiente”. Esta semana se inicia una consulta pública para recoger la opinión y aportaciones de la ciudadanía, las entidades y las organizaciones de la ciudad.
La prueba piloto se hará entre el 29 de mayo y el 12 de septiembre, e irá acompañada de un amplio dispositivo informativo para implementar que en las cuatro playas previstas no se fume.
Desde el Ayuntamiento han recordado que la medida ya se ha tomado en otros municipios y que en comunidades como Galicia ya está plenamente instaurada.
Los responsables del Ayuntamiento han explicado que el consistorio puede instar a hacer cumplir la normativa, pero no puede establecer un régimen sancionador específico, según el actual marco legal.
El consistorio ha afirmado que ya ha iniciado contactos con otras administraciones para poder tratar la cuestión. Eso si, si un agente de la Guardia Urbana instara alguien a apagar el pitillo (como marcará la normativa municipal) y la persona se negara, podría ser sancionado por “desacato a la autoridad”.
Actualmente el tabaquismo es la principal causa de muerte evitable en España y aumenta el riesgo de sufrir enfermedades. En Barcelona cada año se registran 2.200 muertes atribuibles al consumo el tabaco, que representan el 13,8% del total. Además, el tabaquismo pasivo, es decir, respirar el humo del tabaco, también tiene efectos nocivos para la salud.
Según el Ayuntamiento, las colillas de cigarrillo que acaban llegando al mar, unos cinco billones cada año, suponen “un problema ambiental de primer orden”. Tardan a desintegrarse entre 10 y 12 años y, además, liberan en el mar contaminantes metálicos que resultan nocivos para la fauna marina.