La caída media en el movimiento económico de las tiendas se sitúaba en un 30 %, a causa de la crisis sanitaria, según los datos que se manejaban al inicio de la segunda ola de la pandemia, en todo el territorio español.
Ahora ya no sabemos ni que porcentaje está cayendo en esta tercera ola, con el cierre de los establecimientos los fines de semana excepto alimentación y farmacias.
Los hábitos de consumo han cambiado con el covid, en el caso de las tiendas de moda y vestir la gente busca prendas cómodas que le sirvan para el día a día, es el momento de los chandals.
Más tiempo en casa, menos encuentros sociales. El coronavirus ha transformado por completo los hábitos cotidianos. La precaución y la incertidumbre económica también provocan que muchos ciudadanos piensen más en el ahorro que en el gasto.
Muchos establecimientos se han visto obligados a bajar la persiana. Bares y restaurantes, han vivido un año para olvidar, con diferentes cambios en las opciones de apertura.
En las últimas semanas se ha incrementado el número de carteles de ‘liquidación por cierre’. Si mueren los comercios, mueren las ciudades.
Las noticias sobre la escalada, cierres perimetrales, ingresos hospitalarios, fallecimientos etc, etc.. motivan que, salvo en lo imprescindible, la población en general se reserve. Para la economía, eso siempre pasa factura.
EL TOT L’HOSPITALET, se ha puesto en contacto con las asociaciones de comerciantes de Collblanc-Torrassa, del Centre-Sant Josep, y de Santa Eulàlia, para tener una visión de la situación en L’Hospitalet. La respuesta ha sido unánime, preocupación, futuro incierto, desanimo…
El pequeño comercio de proximidad ofrece luz en las calles, seguridad con su presencia, y limpieza. No lo podemos perder.
